- Control financiero: Tu pareja o familiar controla estrictamente cómo gastas el dinero, te asigna
una cantidad limitada sin justificación o te exige rendir cuentas detalladas de tus gastos.
- Restricción laboral: Te prohíben trabajar o estudiar, impidiendo tu desarrollo profesional y
autonomía económica.
- Acceso limitado a recursos: No tienes acceso a cuentas bancarias, tarjetas de crédito o
cualquier recurso económico propio o compartido.
- Deudas no consentidas: Te obligan a asumir deudas o responsabilidades financieras sin tu
consentimiento, afectando tu estabilidad económica.
- Privación de necesidades básicas: Te niegan dinero para cubrir necesidades esenciales como
alimentación, salud o vestimenta, generando dependencia y vulnerabilidad.